El representante sindical de Comisiones Obreras (CCOO) en la Policía Local de La Línea Rafael Cuevas reconoció que las contrataciones de los auxiliares para este cuerpo eran necesarias en aquel momento. "Necesitábamos más medios materiales y de personas. Estábamos desbordados. La seguridad estaba regular".
Admitió que fue muy crítico con el equipo de gobierno por el nombramiento de varios oficiales y que participó en los procesos de selección. Recordó que se presentaron más de 300 personas para 40 plazas (la Fiscalía situó el número en 60). Negó que recibiera alguna presión para elegir a unos en detrimento de otros y afirmó que los puestos se publicitaron en los tablones de anuncio y en los medios de comunicación. Los 40 que designaron fueron los que finalmente entraron. "No hubo quejas", concluyó.
El primero en declarar ayer fue Vicente Pacheco, que explicó que el departamento de Fomento se desbordó por las solicitudes de trabajo. "Hubo un boom de la actividad. Se crearon expectativas de empleo". Habló de que había una bolsa de trabajo y que los empleados tramitaban las ofertas. "Recibíamos currículos de todas partes (...) Las fichas se conservaban durante un tiempo".
Los siguientes testigos que declararon coincidieron en que si entraron a trabajar en el Ayuntamiento fue tras participar en una bolsa de trabajo pública. Elena Herrera del Pino lleva empleada en Consistorio desde hace 12 años y no acertaba a recordar ayer si fue interventora del Grupo Independiente Liberal (GIL), aunque sí fue simpatizante. Presentó un currículo en la calle Carbonero y estuvo como conserje en la oficina de Atención al Ciudadano. Fue entrevistada y allí estuvo presente, entre otros, el concejal Manuel Aguilera. "Se presentó mucha gente".
Juan Antonio Mera sí reconoció que fue interventor en unas elecciones por el GIL. Remitió una solicitud de empleo en el Club de Trabajo y fue llamado para tramitar subvenciones. Pidió para labores administrativas. Desconocía porqué su solicitud no estaba allí.
Juan Antonio Heredia, afiliado al GIL, contó que presentó su currículo y que ingresó en la casa de la cultura Cruz de Herrera como conserje. Habló de que estaba vinculado a la Cultura y que estudió Artes Aplicadas. El fiscal le recordó que su ficha estaba vacía y él dijo que en ese momento carecía de titulaciones. "Hablé con Aguilera y le dije que necesitaba trabajar. Me dijo que presentara mi currículo".
Juan José Rosado relató que tras entregar su currículo le llamaron, pero llegó tarde a la convocatoria, aunque tiempo después le volvieron a citar.
Fuente: EuropaSur
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